La práctica de meditación es una de las más antiguas de las civilizaciones orientales y en los últimos años ha comenzado a tomar mucha relevancia en las culturas occidentales. Quizás porque sus beneficios parecen ser el antídoto para las grandes enfermedades de nuestros tiempos, como lo son la ansiedad y el estrés, provocadas por la velocidad con la que el mundo cambia y la ‘vida de prisa’ que eso conlleva.
Pero, ¿qué es meditar? La meditación tiene un significado diferente para cada persona; cada individuo lo vive y lo siente de distinta manera, con lo cual resulta difícil explicar en qué consiste. Sin embargo, su objetivo sí es común a todos los que la practiquen: conseguir un estado de concentración, reflexión y paz. Es un estado de conciencia absoluta en el que dominamos nuestros pensamientos y somos conscientes de nuestras sensaciones físicas, sin que éstas nos causen molestia alguna.
Dominar el arte de la meditación toma muchos años y mucha práctica. Pero, la buena noticia es que cualquiera que puede hacerlo sin mayor dificultad. A continuación te damos algunos consejos prácticos para que te animes a comenzar:
1.- Designa un momento específico
Piensa en la meditación como en una rutina de ejercicio que planeas anticipadamente. , a única diferencia es que fortalecer tu cuerpo vas a fortalecer tu espíritu
Decide cuánto tiempo quieres designar a ello y en qué momento del día lo harás.
2.- Busca un lugar cómodo y ambiéntalo
Elige un lugar libre de interrupciones. No necesariamente debe ser un espacio aislado o 100% libre de ruido, pero sí debe ser un lugar donde tu concentración no ‘corra peligro’. Tradicionalmente se recomienda sentarse en el suelo, en la posición de flor de loto, pero en realidad si eres un principiante lo mejor es optar por la posición que resulte más cómoda para ti.
Una vez que tienes un espacio designado, ambiéntalo con una iluminación adecuada y olores relajantes. Para ello puedes colocar cuatro o cinco gotas de aceite esencial de Lavanda en un difusor. También puedes colocarlo en las palmas de tus manos, frotarlo e inhalarlo un par de veces antes de comenzar. Otros aceites ideales para meditar son: Ylang Ylang, Serenity y Balance.
3.- Ponte en ‘modo avión’
Aunque pueda sonar bastante obvio, tus aparatos electrónicos son la peor compañía para meditar. Estamos tan acostumbrados a permanecer conectados que nos olvidamos de estar presentes en el momento, lo cual es uno de los objetivos principales de la meditación.
Así que, antes de comenzar a meditar asegúrate de que tus aparatos estén en silencio o en ‘no molestar’. Piensa que el tiempo que pases meditando es un tiempo que estás regalándote a TI, cuando meditas TÚ eres lo más importante, así que cualquier otra cosa y cualquier otra persona pueden y deben esperar.
4.- Ayúdate de aplicaciones dedicadas
Existen diferentes aplicaciones - como Calm, Headspace o Zen- diseñadas para acompañar, tanto a principiantes como a personas más expertas, la práctica de meditación. Sus distintas modalidades ayudan a guiar la meditación con sonidos relajantes y con consejos prácticos. Si apenas comienzas a meditar y te sientes inseguro sobre cómo hacerlo, estas aplicaciones seguro te ayudarán a adquirir confianza y a disfrutar el proceso.
5.- Fluye sin presionarte
Lo más importante para comenzar a meditar es tener en cuenta que no existe una fórmula exacta o una forma correcta o incorrecta de hacerlo, sino que es una experiencia diferente para cada individuo. Así que, disfruta el proceso como un momento de crecimiento personal y de ‘autocuidado’ y no como una obligación más en tu día.
Comments